El dinero no es la principal motivación de los emprendedores.

Luego de muchos años emprendiendo diferentes tipos de negocios, haber pasado por momentos felices, otros no tan felices y haber vivido en carne propia todo el proceso de emprender un negocio, puedo claramente entender que los empresarios tenemos diferentes tipos de motivaciones. Algunas de ellas están relacionadas con el deseo de hacer dinero y otras con la ilusión de convertir un sueño en una realidad.

En la actualidad se ha puesto muy de moda el desarrollo de los famosos startups. Con ello, muchos emprendedores sueñan en convertirse en el próximo genio millonario de Silicon Valley como Mark Zuckerberg o Jack Dorsey.
También tienen sueños de viajar en jet privado, irse de fiesta a Las Vegas y tener un Ferrari. Aunque el dinero es un gran motivador y es muy necesario para impulsar a los emprendedores, una reciente investigación de la Dra. Kathleen Vohs de la Universidad de Minnesota que estudia los efectos psicológicos del dinero en la conducta humana revela datos importantes. El estudio concluye que aquellas personas con un marcado amor por el dinero demuestran una personalidad más propensa al individualismo, tienen poca voluntad para trabajar en equipo y ayudar a compañeros o desconocidos.

Si me dejo llevar por el mito del emprendedor solitario exitoso, que no es más que un mito, puedo concluir que en efecto los emprendedores motivados principalmente por el dinero tienen menores probabilidades de éxito. Es importante recordar que detrás de los grandes negocios hay grandes equipos.

En la mayoría de los emprendimientos, la probabilidad de grandes ingresos es escasa. El fin económico no debe ser el principal motivador de los grandes emprendedores, sino que por el contrario, en ocasiones puede ser contraproducente y hace más difícil la creación de buenos equipos de trabajo.

¿Qué impulsa a los emprendedores a asumir determinados riesgos?

Existen una serie de motivaciones adicionales al dinero que se pueden encontrar en la mayoría de los emprendedores:

  • La emoción de competir;
  • La búsqueda de aventura;
  • El placer de la creación;
  • La satisfacción del trabajo en equipo;
  • El anhelo de realización personal y el reconocimiento.

Según la Dra. Vohs, a diferencia de lo que se pensaba hasta hace poco, el dinero no es el principal estímulo detrás de los grandes emprendimientos. Para todos aquellos emprendedores que se arriesgan en proyectos con escasas probabilidades de éxito económico, estos incentivos son los que los moviliza.

Si tu plan es montar un startup para tener tu jet privado, analiza tus motivaciones y piénsalo bien. Aunque te deseo la mayor de las suertes para que lo logres (me encantan los jets), tal vez no sea el camino indicado.

Foto cortesía de http://www.luxist.com. Inspirado en What Drives The Best Entrepreneurs? Hint: It’s Not Money, publicado por Jason Steiner en Forbes.