El otro día leí un artículo en Tech Crunch en donde se citaba un estudio que comprobaba que los negocios manejados por sus fundadores eran más exitosos que los manejados por un gestor profesional. Y al leerlo recordaba lo que yo mismo había vivido.
Durante casi 20 años de carrera emprendiendo en la industria del entretenimiento (bares, restaurantes y discotecas), agencias de publicidad y de tecnología he podido comprobar que no hay nadie mejor que los socios fundadores para gestionar un negocio. Son los que se arriesgan, dan el todo y crean el negocio en sus inicios.
La realidad es que éstos, con las limitaciones que puedan tener, entienden el negocio mejor que nadie, son capaces de crear y mantener culturas, y tienen el olfato para saber hacia dónde se debe dirigir.
¿Es más eficaz un gestor profesional que un socio fundador?
Por algún motivo, durante mucho tiempo se ha asumido que cuando una empresa llega a cierto nivel de desarrollo lo mejor es contratar a un gestor profesional que tome las riendas de la compañía para conseguir el máximo beneficio posible. Pero, ¿es esto cierto? ¿Qué dicen los datos?
El equipo de Kleiner, Perkins Caufield & Byers y Triple Point Ventures ha recopilado información sobre cerca de 1000 casos para sacarnos de la duda. Para el análisis se han centrado en las valuaciones medias, el capital que han levantado y el valor generado (la diferencia entre el capital levantado y la valuación en el momento de la salida a bolsa o la M&A – fusión y adquisición). Y a partir de esta información han comparado los resultados de las empresas lideradas por sus socios fundadores y los de las compañías en manos de gestores profesionales externos.
¿Qué han descubierto?
Los socios fundadores son los que más valor generan
Tras analizar los 3 criterios mencionados más arriba el resultado es claramente favorable para los socios fundadores.
Las valuaciones medias de compañías dirigidas por los socios fundadores son mejores que las de las que están en manos de gerentes profesionales. Esta diferencia es un poco más notable (en torno al 50%) cuando miramos el capital que han levantado unas y otras.
Pero el cambio más notable se ve al analizar el valor creado: las empresas lideradas por sus fundadores han podido crear más del doble de valor, como se puede observar en el siguiente gráfico elaborado por KPC&B y TPV donde el azul representa las empresas en manos de los socios fundadores y el rojo a las que tienen gestores profesionales.
Salida a bolsa: los socios fundadores lo hacen mejor
Lo mismo se puede decir en los casos de salida a bolsa o IPO, donde los proyectos encabezados por los socios fundadores consiguen más capital, más valor y mejores valuaciones que las otras.
Fusiones & Adquisiciones (M&A), la excepción
El estudio realizado por KPC&B y TPV ha revelado que en el único caso en que los gerentes profesionales consiguen mejores resultados que los propios socios fundadores es en los casos de fusiones con otras empresas, o de su adquisición por parte de otras compañías. Y en estos casos la diferencia es levemente significativa, como se ve en el siguiente cuadro:
Posiblemente lo mismo que hace que los fundadores consigan mejores resultados sea lo que ayude a explicar por qué en este caso eso no sucede: la fe en el proyecto y la pasión por conseguir las metas son el motor que mueve a los fundadores a darlo todo por su proyecto. Pero no siempre es posible, y esto puede ser muy difícil de asumir.
Cuando el valor medio no consigue igualar el capital levantado (probablemente debido a una mala gestión), la mejor opción seguramente es venderla. Y en estas situaciones es mejor no tener barreras emocionales que nos impidan hacer lo necesario para deshacernos de ella.
Solo en estos casos en que no se han podido corregir los fallos en su debido momento es cuando hace falta la sangre fría y la capacidad de tomar distancia que tienen los gerentes profesionales.
Pero en cualquier caso sería preferible evitar llegar a estas situaciones en lugar de tener que recurrir a esta última opción. Una buena alternativa para que profesionales externos puedan ayudar a los fundadores a manejar mejor sus debilidades es, por ejemplo, montar un Consejo Asesor.
El valor de los socios fundadores
Después de ver esto, la conclusión es evidente. A menos que se trate de un startup que camina hacia el precipicio, esta «supervisión adulta» no garantiza ni mucho menos resultados excelentes, más bien lo contrario.
Por lo tanto, esta profesionalización de la mejora de la gestión acaba siendo un problema para la empresa que se refleja en sus resultados, además de ser un tanto insultante para los socios fundadores que tanta ilusión y dedicación ha puesto en su proyecto.
En definitiva, dejemos trabajar a los fundadores tranquilos. De ellos no tener algunas cualidades o conocimientos necesarios es importante trabajar en su formación y apoyo. Una excelente alternativa es montar una junta asesora que los ayude en sus áreas debiles. No hay nadie como ellos para generar tanto valor.
Imagen tomada de StockSnap.io
Gráficos tomados de TechCrunch.
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