Quitémonos el miedo a fracasar

Como casi cualquier emprendedor, he vivido uno que otro fracaso empresarial en primera persona y, a pesar de que no ha sido divertido, sí que me ha enseñado mucho y me ha ayudado a llegar a donde estoy hoy. Éxito y fracaso suelen ir juntos, y son las experiencias que te deja el segundo las que te ayudarán a conseguir el primero.

Recientemente estuve en México y tuve la oportunidad de vivir una experiencia muy diferente y enriquecedora directamente relacionada con este asunto. Resulta que Ignacio Tovar, de Compropago, me invitó a participar en las Fuck Up Nights, de las que es coordinador en el D.F. Este evento se trata, básicamente, de una oportunidad para compartir los fracasos con los demás de una forma divertida y enriquecedora.

Y fue así como en un bar lleno, donde tocan bandas en vivo y frente a más de 400 personas, me tocó ser el «fuckupper» de la noche. Mientras hablaba de mis fracasos se me fueron yendo los nervios poco a poco; el público respondió super bien, se interesó mucho en mi experiencia, me hacía preguntas, y al acabar recibí un muy generoso aplauso. La experiencia fue más que positiva, y de hecho recoge y enfatiza uno de los comportamientos más importantes para los emprendedores: asumir riesgos y perderle el miedo al fracaso.

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El éxito y fracaso de algunos famosos

Muchos de los que han llegado a la cumbre del éxito y la fama han pasado por esta misma situación. De hecho, muchas personalidades que hoy son sinónimo de éxito tuvieron su momento de caída libre. Estos son algunos de los más destacados:

Steve Jobs

Uno de los fracasos más conocidos es el de Steve Jobs, a quien lo despidieron de su propia compañía. Pero ésto le inyectó nuevas energías e ideas y construyó un imperio.

Thomas Edison

De pequeño sus profesores le decían que era demasiado estúpido para aprender nada, y cuando estaba desarrollando su gran invento fabricó miles de lámparas que no funcionaron nunca. Hasta que lo consiguió y se hizo la luz.

J.K. Rowling

Antes de convertirse en una autora multimillonaria gracias a su saga Harry Potter, J.K. Rowling se consideraba a sí misma un fracaso: separada, con un hija a su cargo, sin trabajo y sobreviviendo gracias a las ayudas estatales.

Si sus historias te inspiran, puedes mirar también los casos de Albert Einstein, Oprah Winfrey o Walt Diseny, por nombrar apenas algunos más y verás cómo, tarde o temprano, a todos les ha tocado enfrentarse al fracaso.

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La importancia del fracaso

El miedo al fracaso es uno de los obstáculos que nosotros mismos nos ponemos en el camino. Cuántas veces hemos tenido una idea o un impulso que, aunque era prometedor, hemos dejado de lado por miedo a fracasar en el intento. Sin embargo, fallar no debería ser un peso tan grande; es parte del proceso de aprendizaje que nos llevará a conseguir mejores resultados cada vez. Esto se aplica tanto al ámbito personal como empresarial, donde éxito y fracaso son 2 caras de la misma moneda, y rara vez conseguirás el primero sin haber experimentado el segundo.

Casi todos los emprendedores fracasan tarde o temprano, pero se levantan y siguen tratando. Esto es una gran señal: demuestra la voluntad de salir adelante, el catalítico para encontrar alternativas y el carácter fuerte y creativo que se nutre de lo negativo para crecer. Es muy ilustrativa esta frase de Drew Houston, el co-fundador y CEO de Dropbox: «No te preocupes por el fracaso, solo debes acertar una vez«.

Además, fracasar es de alguna forma un ejercicio de libertad: en ese momento en que lo peor ya ha pasado dejamos de pensar en los miedos y juntamos energía para intentarlo nuevamente desde otro ángulo.

Está claro que no es que uno aspire a que las cosas vayan mal, y siempre se busca evitar las causas de fracaso, pero enfrentarse a los miedos, asumirlos y vencerlos es de por sí un triunfo y una fuente de estímulo. Porque además, si nunca has fracasado significa que nunca lo has intentado, y eso, sin duda, es mucho peor.

¿Cómo puedes usar el fracaso para llegar al éxito?

1- En primer lugar, no le des tanta importancia y asume que algún fracaso llegará tarde o temprano, pero no es el fin del mundo ni mucho menos.

2- Aprende de tus caídas, sin ellas no hay crecimiento. Justamente, la importancia del fracaso es lo que nos enseña, el camino que nos muestra. Quien niega el fracaso desperdicia una oportunidad valiosísima. En lugar de eso, acéptalo, analízalo.

3- Cuando las cosas no salen bien, suele ser una señal de que hay que cambiarlas. No abandonar, en absoluto, sino seguir probando, mejorando y evolucionando hasta dar con la forma correcta. El fracaso es uno de los motores de cambio más poderosos.

4- Nunca te duermas en los laureles. La diferencia entre éxito y fracaso es a veces una línea difícil de ver. Ningún logro se mantiene por sí mismo, y aunque hayas llegado a lo más alto siempre deberás trabajar duramente para mantenerlo. No temas, pero no bajes los brazos.

5- Mantén la actitud positiva. Si ves el vaso medio vacío y te vencen los obstáculos -siempre habrá incógnitas, imprevistos, problemas-, nunca conseguirás tus objetivos. Si en cambio afrontas la vida, sea personal o laboral, con optimismo y energía, y cuando falla un plan piensas en otro camino posible, entonces estarás consiguiendo el paso del fracaso al éxito. Como dijo alguna vez Bill Cosby, lo fundamental es que el deseo de triunfar sea más fuerte que el miedo a fracasar.

Por Carlos R. Cobian
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Imágenes tomadas de Fuck Up Nights, Cibersónica y Truetime Pro.